3/06/2014

A brief introduction to an ambitious topic




WE HAVE A DREAM:

Por: M. Alan Valdivia G.



“Vive cada día como si fuera el último”

        A la fecha de la publicación de este post, se estima que la población mundial asciende a la exorbitante cantidad de  7 217 792 500 habitantes (Siete mil doscientos diecisiete millones, setecientos noventa y dos mil quinientos habitantes),  según la página worldometers.info, donde se actualizan en tiempo real este tipo de datos. Es difícil visualizar esta cifra, y aún más difícil, concebir sus implicaciones.  Tan sólo a la luz (después de un “cálculo de servilleta”), le tomaría poco más de 10 segundos  recorrer una fila de toda la población habiendo “tomado distancia” (algo así como una brazada de separación), y si bien seguimos vivos (aunque todo parece indicar que al borde de una moderna versión de la “catástrofe Malthusiana”),  es natural preguntarnos si lograremos mantenernos con vida, al menos para ver a DiCaprio ganarse un óscar. Pero, ¿por qué esto es un problema?

“Más vale viejo conocido que nuevo por conocer”

        En la naturaleza, la selección natural (descrita por Darwin en “El Origen de las especies”, 1859) actúa como control poblacional, no vemos especies sobre pobladas como la nuestra por lo que nos hemos preguntado cuándo se salió de control nuestro crecimiento. En el año de 1792 se publica “El contrato social” por Jean-Jacques Rousseau en donde describe cómo el hombre acepta vivir en sociedad aspirando así a los beneficios que de ésta emanen.  Durante la revolución industrial logramos producir satisfactores que permitirían el aumento de la longevidad humana. Producto de éstas etapas, creímos que dejar el estado natural no sería un problema mientras pudiéramos producir los satisfactores de acuerdo al tamaño de la población, y, considerando que nuestros recursos y los medios de producción definen un límite para la producción y considerando que el progreso implicó evitar pedirle opinión a la selección natural,  ¿dónde queda el límite para nuestro crecimiento?  Gracias a los avances de la medicina, al procurar preservar la vida, comenzamos a “decidir” quién podía vivir, pero …

“This is usually the part where people start screaming.” –Sylar: Heroes: 0.07%

        En la serie “Heroes”, durante el episodio 0.07%, el “villano” explica porque el 0.07% de la población mundial, equivalente a las personas que habitan NY, deben “desaparecer” (esperando que las comillas suavicen la sugerencia) con el objetivo de salvar al resto. Si bien ésto cae dentro de la ficción, no podemos simplemente ignorar sus implicaciones. ¿Tenemos que tomar una decisión?, Si bien hemos de no optar por no hacerlo, ¿Cuál sería el “caso default”?

“Al buen entendedor, pocas palabras”
                
        Retrocedamos un momento. Érase una vez una sola clase Z. Con el tiempo se vuelve sociedad y por razones que van más allá de esta explicación se dividió en  A y B, A tiene los medios de producción y la riqueza, B los trabaja y produce satisfactores. La población aumenta y se requiere producir a una tasa superior, nace C, la clase que mejorará, usando la riqueza de A, los medios que trabaja B aumentando así la producción. Eventualmente C logra prescindir de la clase B para la producción de los satisfactores que A y C requieren. ¿Qué sucederá con B?     
                
        La idea de las máquinas reemplazando al hombre en el sector laboral es seguramente más vieja que la llegada de la máquina de vapor  de James Watt y si bien un “Elysium” no esté a la vuelta de la esquina es  evidente que es la dirección que la civilización está tomando. ¿Será que este es el escenario que hemos elegido por omisión?

Bienvenido a “Nerdnia”



        
        Aunque no tengamos una separación geográfica como en la mencionada cinta (espacial, pues), sí lo estamos separados en varios aspectos. Hace algún tiempo, recuerdo haber escuchado un comentario interesante (de cuya fuente no logro acordarme) acerca de la paulatina extinción de las naciones y el dominio de las corporaciones en el mundo, de tal suerte que las ciudanías pasarían a ser sustituidas afiliaciones a empresas “trasnacionales”. Si bien no logro imaginarme a los “Coca-cola-rnianos” o a los “Microsoft-tecos”, sí puedo imaginar los posibles daños a la civilización, claro si antes no terminamos matándonos los unos a los otros.

        Dicho esto, parece buen momento para señalar culpables, pero lamentablemente no tenemos tecnología suficiente parar manufacturar un espejo del tamaño del mundo después de todo. Aun así me atrevería a pensar que se trata de un problema de concepto.

“Hay más felicidad en dar que en recibir” Jesús: Hechos 20:30
                
        Con el fácil acceso a la información por medio de internet es común encontrar a todo tipo de “expertos” dentro de las redes sociales (#TheGoogleEffect, de tarea), en particular hablamos sobre lo mal que está  la economía mundial  refiriéndonos a la crisis, la devaluación de las monedas, la inflación llevándonos la delantera, la conspiración detrás de la captura de #ELChapo, pero  ¿qué es lo que entendemos por economía?.  En una simplificación para tratar de explicar el concepto de alguna manera, la economía es, por razón de ser, quién procura satisfacer las necesidades del ser humano y es esta (en mi humilde opinión) la clave.

                La economía procura satisfacer las necesidades humanas, y no así, las comodidades

“No siempre obtienes lo que quieres” – Dr. House: Ch 1, S1 citando al filósofo Jagger


        No, no siempre obtienes lo que quieres, pero al esforzarnos podemos conseguir lo que necesitamos. Una economía fundada en este principio eventualmente podría llegar a conseguir satisfacer las comodidades humanas, pero no antes. Y yo, sueño con ese día (o noche, quizá llegue de noche), pero nunca ha sido el trabajo de un solo hombre. 


M. Alan Valdivia G.
@valdiviagm

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